lunes, 11 de mayo de 2009

Un día en la vida de una perna

Amanece y me levanto para ir al colegio, el maldito colegio. Tomo mi desayuno y me dirijo al baño para lavarme los dientes y peinarme.
Mi cabello no puede ser mas feo, tomo un pañuelo verde con brillos y me lo pongo en la cabeza para que nadie pueda ver estos rulos sin forma y el color casi desteñido de mi cabello.

Al llegar al colegio me di cuenta que nuevamente habían dejado un chicle pegado en mi meza y en mi silla habían dibujado un pene.
Que clase de tarados son mis compañeros, cada día inventa creativas formas de molestarme y hacerme sentir fea, inútil y tonta. En fin tomé un pañuelo y limpie mi silla.

Al llegar a mi casa me encerré en mi habitación, ¿Que puedo hacer para que me dejen tranquila? Pensaba mientras secaba mis lagrimas con la manta de mi cama.

Tocan el timbre, era rodrigo, el chico queme gusta. Calo que el no lo sabe y nunca lo sabrá.
Es alto, trigueño, ojos verdes y tan simpático y tierno que tiene a toda la cuadra enamorada de el.

Salimos a dar una vuelta y mientras el se fumaba un cigarro me contaba los problemas que tenia
con su novia, yo no entendía como el podía salir conmigo si soy tan fea y tonta, pero no me importaba. Yo disfrutaba cada segundo que pasaba con el y como buena amiga, aunque no me agrade, le daba consejos para arreglar los problemas con su novia.

Al llegar a mi casa mi mamá estaba histérica cuidando a las trillisas de 4 años y lo único que hacia era gritarme lo que tenía que hacer. Lava los platos, cuelga la ropa, limpia las cacas del perro, lo único que haces en todo el día es pensar en ti y salir con tus amigos.

Hice lo que me pidió y me fui a acostar y resé a dios no despertar nunca mas.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Love is...
© Fading Slowly - Template by Blogger Sablonlari - Font by Fontspace